Un incumplimiento de Eficanza paraliza Medicina Nuclear durante varios días

El servicio del HUBU tuvo que suspender el viernes su actividad tras averiarse la única sonda detectora de “ganglios centinela’

Eficanza se comprometió a adquirir dos máquinas para el nuevo centro, pero Medicina Nuclear trabaja con la traída del Yagüe

Juan José Duque asegura que la Gerencia y la Consejería de Sanidad le han reclamado las sondas, pero la empresa no cumple

Tres años después de que el Hospital Universitario de Burgos abriese sus puertas, Eficanza aún no ha cumplido en su totalidad con los compromisos alcanzados en materia de equipamiento. Medicina Nuclear continúa a la espera de las dos sondas para la detección de los “ganglios centinela”, una técnica médica que ayuda en casos de metástasis, de acuerdo con el plan firmado entre la concesionaria y la Consejería de Sanidad. No es una situación nueva, reconoce Juan José Duque, el jefe del Servicio. Sin embargo acaba de generar un problema que ha tenido semiparalizada Medicina Nuclear desde finales de la pasada semana.

Y es que el viernes 3 de julio se estropeaba la única sonda de la que disponen, traída de las antiguas instalaciones del Hospital General Yagüe, y como las dos comprometidas por Eficanza aún no han llegado (y se niega a reparar lo que no ha comprado ella), el Servicio tuvo que suspender su actividad. Dicha suspensión, explica el doctor Duque, se mantenido hasta hoy miércoles, cuando una casa comercial les ha dejado una sonda “para salir del paso”. Por supuesto, el jefe de Medicina Nuclear asegura que esta no es la solución definitiva, y que Eficanza deberá decidir ahora qué hace para solventar el problema.

Reclamaciones

El jefe del Servicio asegura que los únicos responsables de lo que ocurre son los directivos de Eficanza

Juan José Duque responsabiliza de esta situación únicamente a la empresa concesionaria, puesto que tanto la Gerencia del HUBU y como Junta de Castilla y León han estado insistiendo, desde el primer momento, para que adquiriese el equipamiento comprometido. De hecho, en diciembre del pasado año, la Consejería de Sanidad remitió un escrito en la que se le pedía que procediese a la adquisición “inmediata” de las dos sondas, con la correspondiente autorización de compra. Meses después, las máquinas no han llegado a Medicina Nuclear y ahora se trabaja con una soda cedida, insiste el doctor Duque.

Sin embargo, este no es el único problema que el Servicio tiene con la empresa concesionaria. El suelo de las salas destinadas a las gammacámaras (dispositivos de captura de imágenes para el estudio de enfermedades mediante radiación gamma), está hundido. Un problema que sufren  desde el primer momento, recuerda el doctor Duque, dado que el equipamiento que se instala en estas zonas es de peso elevado, y la estructura no lo ha aguantado. También Sanidad le ha exigido a Eficanza que arregle los desperfectos, que la concesionaria no asume la responsabilidad, queriendo pasársela a la empresa fabricante del equipamiento.

El jefe de Medicina Nuclear insiste en que son los profesionales los que están asumiendo sobre sus espaldas, literalmente, los problemas derivados del hundimiento del suelo. Son ellos los que mueven las máquinas, por lo que no se descartan futuras bajas por lesiones de cualquier tipo. Juan José Duque lamenta la situación en la que se encuentra el Hospital Universitario de Burgos, asegurando que la única responsable es Eficanza, puesto que la Gerencia y la Consejería les han dicho, por activa y por pasiva, que cumpla con sus obligaciones como concesionaria de las instalaciones.