Una figura del Obispillo se incorpora a la Casa de los Gigantillos

Mª Ángeles Saiz ha elaborado su vestimenta, lo que ha permitido que forme parte de la gran familia de personajes típicos de Burgos

El grupo de danzas de Saiz fue el encargado de recuperar la tradición en 1987, antes de que se crease la nueva Escolanía

Mantuvo la salida el 28 de diciembre hasta que los Pueri Cantores volvieron a hacerse cargo de la tradición

Una figura del Obispillo se incorpora a la Casa de los Gigantillos Mª Ángeles Saiz ha "vestido" al Obispillo. BC

La Casa de los Gigantillos, inaugurada el 18 de diciembre, cuenta con un nuevo habitante. Se trata de la figura del Obispillo, un personaje muy arraigado a la tradición burgalesa, y que ha llegado a las instalaciones del Teatro Principal el pasado lunes. La incorporación ha sido posible gracias a la aportación de la vestimenta de la figura, que ha realizado Mª Ángeles Saiz, a la que le une una especial relación con esta tradición. Y es que fue su grupo de danzas el que la recuperó en 1987, manteniendo su Obispillo hasta unos años después de que se crease la Escolanía de Pueri Cantores y ellos mismos retomasen los actos del 28 de diciembre.

Tradición de la Edad Media

La tradición de remonta a la Edad Media y se mantuvo hasta 1965

El Obispillo es una antigua tradición que se remonta a la Edad Media y consiste en la investidura de uno de los niños de la escolanía o coro de niños de la Catedral como máxima autoridad, tomando hábitos episcopales y recorriendo las calles de la ciudad montado en una mula y repartiendo bendiciones. El obispillo es elegido el 6 de diciembre, fiesta de San Nicolás de Bari, y recorre las calles el Día de los Santos Inocentes (28 de diciembre) para rememorar anualmente la tradición.

En los archivos de la Catedral de Burgos hay documentación que ratifica que ya en el siglo XV existían los “Mozos de Coro” .El periodista burgalés Juan Albarellos sitúa en 1454 la celebración de la fiesta del Obispillo, que era elegido entre los niños de coro de la Catedral. A principios del siglo XX se tiene constancia de la existencia de los niños de coro y a partir de 1950, al ser nombrado Maestro de Capilla el navarro D. Luis Belzunegui, se crea la Escolanía para atender a la liturgia de la Catedral.

Última recuperación

La vuelta de la Escolanía en 1996 consolidó la tradición recuperada por Saiz

En los 15 años que está al frente de la misma, se recuperan las tradiciones antiguas del Obispillo y el baile de los Seises ante el Santísimo durante la procesión del Corpus. La Escolanía desaparece en 1965 y con ella el Obispillo. En 1987 la Asociación de Danzas Mª Ángeles Sáiz, dentro de su labor de recuperación de las tradiciones burgalesas, comienza de nuevo a realizar la fiesta del Obispillo con los miembros de su entidad folclórica.

En 1996, se vuelve a crear la escolanía de la Catedral de Burgos tomando el nombre de Pueri Cantores y, tras su creación, vuelven a elegir a su Obispillo que convive durante varios años con el del grupo de danzas hasta que éste último deja de salir, considerando que se ha recuperado definitivamente una tradición burgalesa que se había perdido y que ha vuelto a relanzarse por sus propios protagonistas: los niños de coro.