El PSOE se pregunta quién mandó instalar las farolas de Doña Constanza

Las 16 farolas instaladas en la remodelación de la calle Doña Constanza no cumplen con el certificado y deberán ser sustituidas

Fomento ha aprobado una partida de 36.700 euros en concepto de “precios contradictorios” para instalar farolas aptas para la vía pública

El PSOE se pregunta quién mandó instalar las farolas de Doña Constanza El Ayuntamiento ya ha actuado en Doña Constanza. IAC

El Partido Socialista denuncia los costes añadidos que se están produciendo en las últimas obras públicas del barrio de Gamonal. Un total de 176.000 euros habrían sido aprobados en concepto de “precios contradictorios”, un concepto que explica aquellas actuaciones suplementarias al proyecto redactado por el arquitecto y que habían sido olvidadas. Esa cantidad vendría a ser un incremento del presupuesto acordado con la empresa constructora y que hace referencia a tres actuaciones: la glorieta de Juan Ramón Jiménez, la calle Doña Constanza y el pavimentado de la calle Santiago.

Según explican los socialistas, el dinero destinado al Bulevar de la calle Vitoria se estaría utilizando para acometer estas obras menores, concediéndoselas a la UTE que iba a realizar el proyecto. Este hecho, “supone una ilegalidad manifiesta”, en palabras de Antonio Fernández Santos, concejal socialista. Especialmente, en el último caso de pavimentado de la calle Santiago. Además, sin realizar un concurso para acometer estas obras, podrían estar saliendo más caras al Ayuntamiento, dado que no se abre un concurso público.

En la reunión de Fomento que ha tenido lugar esta tarde, se ha aprobado la tercera de las actas de “precios contradictorios”. Esto supone 41.000 euros más de coste que vienen a incrementan el presupuesto inicial de la calle Doña Constanza. El director de obra no aprobó las farolas instaladas en la remodelación de la calle, mobiliario urbano que deberá retirarse por no cumplir con el certificado. Este hecho, ha explicado Fernández Santos, se debería a que el arquitecto “se puso a diseñar” y diseñó sus propias farolas, las cuales mandó fabricar, sin tener en cuenta que no cumplían con el certificado de un organismo competente en materia de mobiliario urbano. Este hecho obliga a retirar las 16 farolas ya instaladas y sustituirlas, por otras que rondan los dos mil euros cada una, para que el director de obra firme la finalización.