El Ayuntamiento acepta la dación en pago para el Peña Amaya

La empresa deberá entregar el colegio mayor al Consistorio, además de 1,2 millones en concepto de pérdida de valor patrimonial

Se trata de la solución menos mala, una vez la permuta se declaró ilegal y ha sido imposible su reversión en términos originales

El Equipo de Gobierno deberá decidir ahora su futuro usos, abiertos a una nueva enajenación o a realizar una actuación municipal

Muchas más alternativas no había, al menos si el Ayuntamiento de Burgos quería recuperar algo del patrimonio perdido. La Junta de Gobierno Local ha aprobado hoy aceptar la dación en pago como solución a la declaración de ilegalidad de la permuta que permitió que el Consistorio se hiciese con el colegio mayor Peña Amaya, tras entregar una serie de terrenos municipales a los propietarios. La sentencia del Tribunal Contencioso-Administrativo aceptaba no hace mucho tiempo la dación en pago, una vez comprobada la imposibilidad de llevar a cabo la reversión del contrato de permuta, firmado en el año 2005.

Fue la propia empresa, antigua propietaria del Peña Amaya, la que solicitó poder cumplir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León a través de la fórmula de la dación en pago. Una vez que en Primera Instancia, tras denuncia del PSOE, se declaró ilegal la permuta, el Ayuntamiento de Burgos recurrió ante el TSJCyL, que volvió a decir que la operación urbanística no se adaptaba a la legalidad. Así las cosas, la empresa debía devolver los terrenos recibidos (alrededor de 6.000 metros cuadrados) y el Ayuntamiento, el colegio mayor.

1,2 millones pendientes

Sin embargo, la reversión de la permuta ha sido imposible. Primero, porque la empresa vendió poco después los terrenos, y segundo, porque su situación económica es bastante complicada. Ahora mismo se encuentra en pre-concurso de acreedores, así que ni puede devolver los terrenos ni pagar los 4,5 millones en los que fueron valorados. Por ello la única solución era la dación en pago: el Ayuntamiento se queda con el Peña Amaya y, para compensar que ahora vale sólo 3,3 millones, la empresa tendrá que pagar 1,2 millones más otros 120.000 euros en concepto de urbanización de la calle Rodrigo Sebastián.

Es la solución menos mala, pero aún así el Consistorio podría acabar perdiendo dinero. Y es que, de no encontrarse otra alternativa legal, tendrá que ponerse a la cola en el pago a acreedores por parte de la empresa, lo que al final podría significar no ver ni un duro de esos 1,2 millones de euros. De todos modos, se ha dado “un paso definitivo” para solventar una situación que se viene arrastrando desde hace casi diez años, ha afirmado la portavoz en funciones, Carolina Blasco. Ahora toca ponerse a trabajar para determinar el futuro del Peña Amaya.

Una vez que el colegio quede registrado a nombre del Ayuntamiento, el Equipo de Gobierno tomará la decisión de si llevar a cabo una actuación municipal o enajenarlo. Recientemente el alcalde, Javier Lacalle, aseguraba que ambas opciones son posibles, pero siempre teniendo como objetivo mejorar el barrio de San Juan de los Lagos. Por su parte, Carolina Blasco ha recordado que existían diferentes grupos inversores interesados en darle un uso social o lúdico, y que el Consistorio tratará de retomar esos contactos para “dar el mejor uso al edificio”.