Miles de burgaleses dicen adiós a los Sampedros en Fuentes Blancas

El tradicional Día del Burgalés Ausente pone punto y final a los Sampedros

La lluvia no desluce una de las citas más queridas del calendario festivo

68 casetas sirven durante todo el día toneladas de morro, morcilla y chorizo

Miles de burgaleses dicen adiós a los Sampedros en Fuentes Blancas Miles de burgaleses se acercan todos los años a Fuentes Blancas. GIT

Miles de burgaleses se han despedido hoy de los Sampedros de este año como mejor saben: comiendo, bebiendo y disfrutando. Poco ha importando la amenaza de lluvia que se cernía sobre la ciudad desde primera hora de la mañana y las gotas que han ido cayendo de manera intermitente durante buena parte de la jornada. Fuentes Blancas ha vuelto a ser un hervidero. Y no solo por la gente, que también, sino por el calor que emanaba de las barbacoas.

Apenas había salido el sol cuando muchas peñas ya estaban montando sus casetas. Había que hacer las tortillas, calentar los fuegos, enfriar las bebidas y, por supuesto, disfrutar del último día de las fiestas. Aún se estaba llevando a cabo la recepción de los burgaleses ausentes, venidos en esta ocasión desde lugares tan lejanos y cercanos al mismo tiempo como Argentina, Cuba o Uruguay, cuando las barras empezaron a abrir. Había que almorzar.

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El morro, la morcilla, el chorizo y todas las viandas típicas de estos lares tampoco dejaron de circular de boca en boca mientras se celebraba la misa en el entorno de la Fuente de la Salud, rehabilitado recientemente gracias al Programa Dual. En esta ocasión, la Virgen del Álamo presidió una eucaristía poblada de paraguas entre la multitud, cuyos dueños, ajenos a la lluvia, no quisieron perderse una de las citas más tradicionales de las fiestas.

No faltó nadie

Eso sí, no fue hasta el mediodía cuando la multitud terminó de abarrotar el paraje de Fuentes Blancas. A la una de la tarde ya había que hacer cola para pedir en muchas de las 68 casetas desplegadas este año. Por allí estaban los incondicionales, como Los Gamones, La Inmaculada, Las Abuelas de Gamonal, Los Verbenas o La Farra. Pero también estaban otros menos habituales, como la asociación Burgos Salsón o incluso la peña del Atlético de Madrid. Todas ellas con comida y bebida como para dar de comer a una ciudad entera. Y si de comer hablamos, hablamos del Buen Yantar, un concurso en el que este año participaron 40 agrupaciones y que mantuvo en vilo a cientos de personas durante buena parte de la mañana.

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Ni siquiera la lluvia, que hizo acto de presencia a media tarde, deslució una jornada que supone el punto y final a unas fiestas que han dejado grandes momentos, como los conciertos de la M.O.D.A., La Pegatina, Extremoduro y Malú, la concentración de peñas del sábado pasado o los espectáculos organizados por las calles del centro, entre otros muchos. Eso sí, también ha habido momentos malos, como el accidente de los fuegos del pasado domingo o la cancelación de la novillada de la feria taurina.

Sea como fuere, ahora toca esperar otro año para volver a disfrutar de San Pedro. Pero esa será otra historia…