Santa María recupera su retablo mayor para el presbiterio

La pieza ha vuelto a su ubicación tradicional, tras el traslado en los años ’60 a uno de los muros laterales

La intervención ha recuperado la estructura original, con reintegración de pasajes y figuras que estaban dispersos por la Iglesia

Los trabajos de restauración han supuesto una inversión de 242.000 euros por parte de la Consejería de Cultura

Santa María recupera su retablo mayor para el presbiterio Retablo mayor de Santa María. PCR

La Iglesia de Santa María luce ya en todo su esplendor. Preparándose para la celebración de la nueva edición de las Edades del Hombre, ‘Eucharistía’, el templo acaba de recuperar una de sus piezas centrales: el altar mayor, que ha sido restaurado y reintegrado en el presbiterio, su ubicación original. Los trabajos de rehabilitación, que han afectado también a las yeserías de las escaleras de acceso al coro, han supuesto una inversión de 242.000 euros, a cargo de la Consejería de Cultura y Turismo. Con la entrega del retablo, se finaliza el proyecto de recuperación de la Iglesia de Santa María, al que la Junta de Castilla y León ha invertido algo más de 1 millón de euros desde 2009.

La intervención en el retablo mayor ha sido “compleja”, según explica el supervisor técnico de los trabajos, Juan Carlos Martín García, dado que no ha consistido únicamente en un proceso de restauración de las figuras y elementos decorativos. El proyecto ha supuesto una reubicación del retablo mayor, que en los años 60′ fue trasladado desde el presbiterio hasta uno de los muros laterales de Santa María. Dado que el paramento en el que se instaló era de unas dimensiones diferentes, la pieza fue recortada y modificada en estructura y contenidos. Ahora, reinstalado en el presbiterio, el equipo de restauradores ha tenido que recuperar íntegramente el retablo mayor.

Un montaje complejo

Numerosas piezas del retablo mayor estaban desubicadas y distribuidas por otras zonas de Santa María

Se ha realizado un estudio detallado del propio retablo y, junto con documentación fotográfica antigua, se ha conseguido determinar cuáles eran las dimensiones correctas. Los restauradores han recuperado la estructura original, tanto en tamaño como en forma, así como la distribución de los diferentes pasajes y figuras que lo conforman. Martín García asegura que el montaje les ha generado importantes problemas, dado que había piezas desubicadas. El Sagrario o El Crucificado, por ejemplo, no se encontraban en el propio retablo mayor, sino en otros espacios de la Iglesia, como consecuencia de ese cambio de ubicación.

Al mismo tiempo, el equipo técnico ha intervenido en las yeserías de las escaleras de acceso al coro, que presentaban una importante erosión en superficie, grietas y fisuras, como consecuencia de la humedad. La estructura interna de madera ha sido igualmente reforzada, y se ha recuperado el acceso sur al coro, que se encontraba cerrado desde principios de siglo. La restauración de las yeserías se ha realizado in situ, pero el retablo se desmotó y se trasladó hasta unas instalaciones apropiadas para la conservación de los materiales y acondicionadas para los trabajos, que comenzaron en septiembre de 2013.

Un antes y un después

“Las Edades del Hombre sirve también para restaurar e intervenir en los lugares en los que se celebran las propias exposiciones”

Para el director general de Patrimonio, Enrique Saiz, la recuperación del retablo mayor “supondrá un antes y un después” para la Iglesia de Santa María. Es el broche final a los trabajos de restauración que la Junta de Castilla y León ha llevado a cabo en el templo arandino desde 2009, y transforma completamente la visión del mismo, dado que el retablo fue creado a finales del siglo XVI para esa ubicación concreta, para completar el presbiterio de Santa María. Saiz insiste en que, en el proceso de rehabilitación, no se ha optado por un “falso histórico”, sino que se diferencian perfectamente los elementos originales de los nuevos.

“Las Edades del Hombre no supone solamente una muestra de arte sacro, con gran repercusión nacional e internacional, sino que también sirve para restaurar e intervenir en los lugares en los que se celebran las propias exposiciones”, señala el director general de Patrimonio, tras recordar que las iglesias de Santa María y San Juan, las dos sedes de ‘Eucharistía’,  han sido objeto de intervenciones “profundas”. De hecho, en Santa María, la Junta ha invertido  más de 1 millón de euros en la restauración exterior, a los que habrá que sumar el montante correspondiente al retablo.

La alcaldesa de la localidad, Raquel González, felicita al equipo de restauración por el trabajo realizado, que ha permitido que Santa María “luzca con un absoluto esplendor”, al mismo tiempo que recuerda a Andrés Vicario, anterior párroco de la iglesia, y uno de los que más empeño puso por recuperar el altar mayor a su ubicación original.